En el mayor refugio de animales de la capital húngara, Budapest, "NOAH", los activistas del bienestar animal luchan cada día por una vida mejor para las patas de terciopelo de la ciudad. Porque los gatos de la calle suelen llevar aquí una vida terrible: se les persigue, se les maltrata e incluso se les mata en los centros de exterminio sin ningún plazo de gracia. En los meses de invierno, los amigos de cuatro patas lo pasaron especialmente mal, ya que no sólo tuvieron que enfrentarse a la gente de la calle, sino también al frío glacial. 🥺

En un año, los cariñosos trabajadores de la protectora de animales rescatan a unos 400 gatos de un peligro agudo y nunca se les ocurriría abandonar una pata de terciopelo. Pero desde hace tiempo, la disposición de la gente a donar ha ido disminuyendo, y los numerosos felinos de emergencia que tuvieron que ser realojados tras el invierno vaciaron las existencias de la asociación con demasiada rapidez. Por eso tu ayuda llegó justo a tiempo. Con tu gran corazón de patas de terciopelo y numerosos cuencos llenos, hiciste posible la entrega que puedes ver en las fotos. Se lo agradecemos de todo corazón, porque en tiempos como estos, cada cuenco lleno vale su peso en oro. 🐱❤️✨✨✨

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